EL REGISTRO DE JORNADA
En los últimos meses se han sucedido una serie de sentencias en relación a la obligación del control de la jornada laboral que, con ciertas contradicciones, han puesto sobre la mesa el tema relativo a cómo, quién y cuando se ha de registrar la jornada laboral.
Es evidente que esta medida del control de la jornada laboral tiene una doble finalidad y beneficio para ambas partes de la relación laboral; por un lado garantiza al trabajador que no hace más horas extraordinarias, y también garantiza a la empresa que se cumple efectivamente con el horario de trabajo.
En cualquier caso, las recientes sentencias dictadas por el Supremo en relación a la obligatoriedad del registro de jornada modulan la obligación inicialmente planteada y fijan que las empresas no están obligadas a llevar a cabo el registro horario de tota la plantilla. Este, sin lugar a dudas, es un cambio radical respecto al criterio mantenido hasta ahora, tanto para la Inspección de Trabajo como para las sentencias de la Audiencia Nacional; las sentencias que, ahora revoca el Tribunal Supremo.
No obstante, se deber tener en cuenta que lo que ha establecido el Tribunal Supremo es una interpretación más restrictiva del contenido del artículo 35.5 del Estatuto de los trabajadores, en el sentido de no extender la obligatoriedad de registro de jornada para todos los trabajadores de la plantilla, pero eso no significa que para determinados colectivos no se continúe manteniendo esta obligatoriedad; sería el caso de los trabajadores a tiempo parcial, los trabajadores móviles por carretera o los trabajadores de la marina mercante o ferroviarios.
Así mismo, es necesario recordar que las empresas siguen obligadas a registrar las horas extraordinarias que realicen todos los trabajadores de la plantilla, tal y como se dispone literalmente en el artículo 35.5 del Estatuto de los Trabajadores.
