Las indemnizaciones por negligencias médicas

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Las indemnizaciones por negligencias médicas

Una negligencia médica o mala praxis médica se produce cuando el profesional o el centro responsable se apartan de los criterios estándares exigibles, ya sea por acción (hacer algo mal) o por omisión (dejar de hacerla). Estas acciones u omisiones pueden suponer diagnósticos erróneos o daños y secuelas evitables que, a través de una reclamación por daños y perjuicios, pueden quedar indemnizados. Leer más.

Los casos de negligencias médicas son de muchos tipos: el retraso o error en el diagnóstico; no seguir unos determinados protocolos; los contagios o infecciones graves; el olvido de material quirúrgico en el interior del paciente; la falta de supervisión postoperatoria; las pérdidas de oportunidad; la tardanza en el tratamiento; o, entre otros, realizar una intervención quirúrgica con resultados lesivos por el paciente. En ningún caso este es un listado completo ya que la casuística es muy amplia, pero sí es una buena recopilación de los diferentes casos más habituales. Y, en todo caso, eso sí, para el éxito de una reclamación de este tipo es esencial disponer de toda la documentación médica que puede permitir reconstruir el caso.

Con carácter general la obligación del médico o del centro responsable no es obtener la curación del paciente, pero sí la de proporcionarle todos los medios necesarios según el estado de la ciencia y la llamada “lex artis”. Es decir, no basta con la existencia de un daño (que puede darse), sino que será necesario que este daño sea fruto de no haber aplicado las reglas del oficio, las normas básicas y estándares o, en última instancia, no haber aplicado la diligencia debida o la realización de las pruebas médicas necesarias.

Sin embargo, no hay dos casos iguales en este ámbito ya que, por ejemplo, un ámbito en el que la obtención del resultado sí es determinante es el relativo a la cirugía estética, los tratamientos de esterilidad, etc., en los que se contrata un resultado determinante.

Son muchos los factores que influyen. El estado del paciente, las posibilidades que ofrece la ciencia, el seguimiento y la evolución que se tenga, las probabilidades de conectar mediante una relación de causa – efecto el daño causado y la negligencia concreta, etc. Y, todo ello, a la hora de enfocar la reclamación, no menos importantes son las cuestiones relativas a si el tratamiento se ha dispensado en el ámbito de la sanidad pública o la sanidad privada o si la responsabilidad es del médico o bien del centro donde se ha practicado el tratamiento o la intervención.

Con todo, el campo de de la reclamación por negligencias médicas no es un campo sencillo y en el que el asesoramiento jurídico desde el primer momento es esencial; también a efectos de no perder la oportunidad de reclamar pos los cortísimos plazos de prescripción. Pero, con todo, también, hay determinados elementos como la existencia o no de consentimiento informado, la desviación o no de lex artis  o, incluso, el régimen jurídico aplicable a la reclamación en función de si se trata de tratamientos médicos necesarios o de la llamada medicina voluntaria (la que deriva de una relación contractual concreta entre médico y paciente), que hacen que un buen enfoque de la reclamación permita obtener la indemnización justa por los daños y perjuicios que han sufrido.

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